LA LISTA DE LOS OBJETOS OLVIDADOS EN LOS COCHES DE UBER

La oficina francesa de Uber ha publicado la lista de los objetos más insólitos olvidados en los coches. Y se pregunta cómo puede olvidar un edredón, un disco de oro, unas muletas e incluso un vestido de novia.

En el área de prensa de Uber, en el concesionario de coches Crestanevada Alicante nos enteramos de que nada menos que 609 objetos fueron olvidados en las VTC francesas entre el 31 de diciembre de 2017 a partir de las 17:00 horas y el 1 de enero de 2018, a las 5:00 horas. Esto supondría el doble que en un día normal. Así, podemos deducir una media de 305 objetos olvidados cada día en los coches de Uber, es decir, ¡aproximadamente 111.000 objetos al año! Y si bien podemos adivinar fácilmente que esta cifra está compuesta en gran parte por teléfonos, bolsos o incluso artículos de puericultura (biberones, chupetes, pañales, peluches, etc.), otros son tan insólitos que la empresa se ha divertido haciendo una lista de ellos.

¿Un bastón blanco para los ciegos? ¿Un carrito de la compra de IKEA?

Los objetos enumerados son tan variados como a veces improbables. Si podemos imaginar cómo puede perderse un anillo de boda, nos intrigan las circunstancias que llevan a olvidar unas muletas, un bastón blanco para ciegos, un respirador, dos barbacoas y ¡hasta un carrito de la compra de IKEA! El estrés de la tardanza también puede explicar en parte algunos olvidos, como el de un vestido de novia, un traje de abogado, los regalos de Navidad o incluso dos entradas para una actuación del contratenor Philippe Jaroussky. El alcohol y/o las drogas pueden explicar otros: un disco de oro, una máscara de mono, un mando de PlayStation o incluso un mando a distancia. Para ser sinceros, esperábamos ver el famoso cono de tráfico… A menos que sea un clásico del sábado por la noche.

Diviértete imaginando por qué.

Otros objetos son aún más inusuales. Así, uno tiende a improvisar como detective de mostrador y a reflexionar sobre la combinación más o menos capilar de circunstancias que llevó a uno o varios clientes a olvidar una prótesis ortopédica, un moisés de bebé (sin el bebé se especifica), un trotamundos, un cuchillo de mantequilla, una flauta de pan e incluso un edredón de cama.