¿Jeans o cuero? Esa es la cuestión. Añadir una simple S a un nombre conocido ya se ha hecho antes para impulsar las ventas en declive. No en el caso de la SR4R, porque Ducati ha injertado en la Monster el motor de la ultradeportiva 999 Testastretta, componentes de suspensión Öhlins y lo mejor del sistema de frenado Brembo.
Lo bello se combina con lo bueno, pero sólo para mejor. Mientras que algunos fabricantes japoneses anuncian Öhlins y otros fabricantes de bicicletas Shimano sin más detalles, aquí la horquilla invertida está tratada con nitruro de titanio que reduce la fricción. El amortiguador trasero es totalmente ajustable en cuanto a la tasa de muelle y el sistema hidráulico.
La llanta delantera procede de la réplica de Superbike Xerox y la trasera es también un diseño de Marchesini. El aumento de peso no suspendido, el más perjudicial para el placer y la eficiencia, es de casi 4 kg en comparación con la S4R y el bastidor es un 5% más rígido. En cuanto al motor, las culatas Testastretta, con un ángulo de válvulas y una cámara de combustión reducidos, hacen que el motor sea más espacioso y aumentan la relación de volumen.
Los controles ultrasuaves y la posición de conducción inclinada hacia adelante le permiten prepararse para la batalla, señala el concesionario de motos segunda mano Málaga Crestanevada. Sorprendentemente disponible, el motor acepta recoger desde las revoluciones más bajas, contentándose con vibrar bajo el esfuerzo hasta las 4.500 rpm. Después, avanza de forma bastante lineal, haciéndose menos violenta pero más habitable que la S4R. Si te mantienes por debajo de las 7.500 rpm, todo va como la seda antes de un fuerte empujón que hace volar irremediablemente la aguja del tacómetro.
Las modificaciones del chasis son igualmente beneficiosas. El frontal es más preciso, sin requerir los bíceps de un camionero. Se puede conducir la moto a un ritmo rápido, sin ningún esfuerzo ni tendencia a ensancharse a la salida de una curva.
El sistema de frenado progresivo permite medir las entradas en las curvas sin levantar el tren delantero, y la suspensión trabaja con una delicadeza que suele ser patrimonio exclusivo de las motos reservadas a la competición. Más eficiente y sensible, también es más sutil que el S4R. Sutil, un Monstruo, ¿quién lo hubiera pensado?