Yamaha MT-01

Hace ya años que podemos ver en nuestras carreteras este modelo, más o menos salido del concept car Yamaha Road Star Warrior, con algunos ajustes para abaratar el coste de producción. También podría decirte que con los pocos modelos disponibles, es bastante difícil conseguir uno para probar. No puedo decir si es porque la gente no los compró o si es porque los mantienen.

Así que aproveché la oportunidad después de ver esto. Y cuando vi esta, no me decepcionó: cromo en profusión, tubos de escape de acero inoxidable con escudos térmicos en este escape metálico, tubos de escape recubiertos de plástico negro de alta temperatura, refrigerados por pequeños ventiladores en el interior (Yamaha pensó en los pasajeros), inserciones de carbono aquí y allá, lengüetas en un plástico muy bonito.

¡Cuidado! No parece una moto de ataque, más bien una mezcla entre la última Vmax y una BT1100 de la misma marca, con ese enorme motor y esos omnipresentes cromos. Todo es enorme, como los 2 tubos de escape bajo el asiento, los tubos de cabecera, los tubos de balancín estilo HD o el neumático trasero 190… La luz y el manillar corto de la parte delantera nos recuerdan a la FZ1, pero la MT01 fue la precursora. El asiento, bastante cómodo, te permitirá conducir durante horas sin que tus cuartos traseros te lo hagan saber, pero la altura del asiento, si es adecuada para un hombre de estatura media, planteará sin duda algunos problemas para las personas de menos de 1m70. La posición es recta y relajada, los brazos llegan de forma natural al manillar donde todos los mandos están bien situados.

En el panel de instrumentos, se puede ver un tacómetro de aguja grande, la velocidad está en la pequeña pantalla digital donde también se encuentran los 2 viajes. No hay medidor de combustible, señala el concesionario de motos de ocasión Granada Crestanevada, lo mínimo.

Me subo a la moto y empiezo a balancearla para medir el peso del animal. Y por una buena razón, ¡hay 259! Al igual que las neuronas en los humanos, están bastante agrupadas en la parte inferior, lo que augura un buen manejo a bajas velocidades, como es el caso. Vamos, que basta con pulsar el arranque para que el coche se ponga en marcha, todo se gestiona electrónicamente. El ralentí sube a 1200rpm para estabilizarse por debajo de 1000, sin duda, es un motor de coche, las cazoletas de 850cc golpean una tras otra en este concierto de temblores. Finalmente es un motor grande, ¡vibra por todas partes! Me pregunto cómo aguantará todo a este ritmo.

Un toque del selector, la caja de cambios de 5 velocidades es tan larga como un Yamaha’, comienzo lentamente….

Voy de Málagas a Granada a baja velocidad para ver que la moto no tiene problemas para moverse a baja velocidad, sin ser instintiva. Digamos que se aprecia en el tiempo que pasa… El bicilíndrico baja de revoluciones, se levanta en 4 en gran medida por debajo de las 1500 rpm, pero no baja de las 1100 donde las peligrosas vibraciones hacen resonar toda la moto, un fenómeno que nunca había visto antes (¡risas!), aunque rodando en italiano. Tengo tendencia a revisar los tornillos con bastante frecuencia para evitar perderlos, pero debo decir que en la MT01, no haber perdido ninguno a los 10.000 km es un milagro.

El manejo no es violento. El bajo centro de gravedad le garantizará una baja velocidad, aunque la horquilla delantera y la posición le den una buena vivacidad. La horquilla de la R1, al igual que los frenos, es imperial y precisa.

Es bastante inquietante cómo el frontal y el resto de la moto no parecen coincidir. Mientras que el tren delantero te anima a engranar la moto y tomar una curva, bien ayudado por un freno delantero potente y de tacto directo (¡gracias a las pinzas radiales!), el resto de la 250kg te recuerda su cromo, su no tan buena distancia al suelo, su extraño montaje de los amortiguadores, su inercia y su motor al que no le gusta bajar de marcha. En cambio, en la subida, hace que te olvides de ella, es directa pero un poco ruidosa, y la maneta del embrague es fácil.

Habríamos agradecido una correa en lugar de la cadena (¡en el lado derecho!), lo que habría reducido los tirones de la transmisión, y habría hecho que la moto fuera un poco más fácil de conducir en el día a día.

El motor, ah sí, esta enorme pieza de artillería o platería, no sabemos muy bien qué pensar de ella. Es impresionante, eso está claro, y más aún sobre el papel, porque realmente esperaba tener los brazos estirados. 15m.kg, piensas, es un 50% más que el par medio de un 1000cc. Pero aquí está la cosa, cuando abres la válvula de mariposa, es un empuje directo y progresivo que entra, que tira sin violencia aumentando hasta 4500, luego se duerme hasta la zona roja … a 5500rpm.

No digo que no se mueva, al contrario. La magia de este motor es que acelera en todas las marchas de la misma manera, y la velocidad aumenta rápidamente sin que te des cuenta. No se le puede pillar a bajas revoluciones (lo que no está mal teniendo en cuenta los tirones de la transmisión), tira, tira y siempre tira… Un verdadero motor de baja cilindrada: no se conduce rápido, pero sí largo. Es una muy buena moto para el día a día, no se cansa, no te incita a salirte, y sigue siendo muy cómoda en todas las circunstancias.