¿Quién de nosotros no ha puesto nunca los ojos o incluso las nalgas en una Honda CB500F? La moto ideal para empezar, esta pequeña 500 ha acompañado a muchos de nosotros en nuestras primeras aventuras en el mundo del motociclismo. Buena en todo, excelente en ningún sitio pero sin grandes defectos, fiable a más no poder, esta Honda Cb500F ha sido sometida a lo largo de su dilatada carrera a pruebas que los ingenieros japoneses ni siquiera se atrevieron a pensar, detalla el concesionario de motos ocasión Sevilla Crestanevada. Las 24 horas de Le Mans, el París-Dakar, algunos colegas les han infligido un trato inhumano y con éxito. El kilometraje de seis cifras no es raro en los contadores de estas pequeñas y valientes motos. Honda sigue creyendo en esta cilindrada y arquitectura de motor hasta el punto de ofrecer 3 versiones: la CB500R (ya probada), la CB500X (también probada) y ahora en nuestras manos, la CB500F.
Durante una semana hemos vivido la vida de un joven o no tan joven piloto en esta bonita moto. Veamos el resultado.
El bloque motor de 471cc es un motor bicilíndrico con un comportamiento adaptado al uso. Es muy trabajadora pero nunca violenta. A partir de las 5.500 rpm, sube el cuentavueltas con un buen gruñido. Tendrás que aprender a utilizar la excelente caja de cambios para sacarle el máximo partido.
Este motor sigue siendo un poco hueco, pero seamos sinceros, un motor de pequeña cilindrada tiene sus límites. Sin embargo, para los principiantes, este bloque motor ofrecerá toda la satisfacción que necesitan y es posible divertirse mucho con esta CB500F sin ponerse en demasiado peligro. Su atención se centrará en la conducción más que en el uso. Los 47,5 CV a 8.600 RPM y los 43 NM de par motor a 6.500 RPM se adaptan perfectamente al propósito de esta moto.
El carnet A2 es exactamente el objetivo. Honda apuesta por las 3 versiones de este 500 a un precio contenido. El embrague asistido, digno de los modelos de alta gama, ayudará a la vida activa en las reducciones y la caja de cambios con embragues reforzados (9 en lugar de 6) estará a la altura de las ambiciones de esta Honda CB500F.
El aspecto de esta CB500F ha cambiado y las líneas se han vuelto más ajustadas con un toque de agresividad que le sienta bien. No parece un modelo básico. Honda se empeña en ofrecer una buena calidad de acabados en sus motos y esta no es una excepción.
La pintura es profunda, los tratamientos de la superficie metálica están especialmente bien acabados.
El sistema de escape aporta un toque deportivo con su aspecto pero también con su gruñido. Es agradable escuchar el canto de este motor sin ser molesto, no es necesario un silenciador adaptable.
Es agradable ver que el acabado es realmente una parte importante del diseño de la moto de Honda, incluso cuando se trata de una moto básica de pequeña cilindrada. Esta Honda CB500F fue objeto de discusión durante un paseo con antiguos moteros y se repartieron muchos comentarios positivos por parte de estos veteranos. La nostalgia nos hizo darnos cuenta de que una «500» es una moto y no una máquina poco potente como a veces se piensa erróneamente. Esta Honda Cb500f nunca causó ningún retraso al grupo y el ritmo se mantuvo sin ningún problema y con el placer de tomarnos por un piloto en algunos momentos cuidando nuestras trayectorias para no perder nada sobre nuestro predecesor. Fue muy divertido y finalmente explicó por qué se eligió la CB500R en la gama. ¡Un gran juguete para los jóvenes! Y una seria llamada de atención para nuestros viejos egos moteros que piensan que menos de 100cv no es divertido.
La posición de conducción es bastante erguida, el asiento es acogedor aunque es algo tacaño en cuanto a espacio para el pasajero, lo que es una pena porque la moto es una pasada y con 20 años, te la puedes permitir.
El pasajero tendrá que apretarse contra el motorista, lo que no es realmente un fallo, teniendo en cuenta todo esto. La calidad del asiento es tal que se pueden planificar paseos o viajes largos sin preocupaciones. A 785 mm del suelo, el asiento permite poner los dos pies en el suelo, ideal para las maniobras. Las piernas no están demasiado dobladas y el gran manillar ofrece un perfecto control del tren delantero. El depósito delantero está muy bien diseñado y los ojos se deleitan al mirar la Honda CB500F. Hay una agradable armonía y ningún elemento de choque en el conjunto.
El cuadro de instrumentos heredado de la CB650R es práctico, legible y completo. Se sitúa por encima del faro LED y ofrece una visión clara de la información incluso a plena luz del sol. Tiene todo lo que se puede esperar e incluso un indicador de marcha. Es agradable verlo en una moto básica, pero incluso hoy en día algunas de las motos más grandes ni siquiera lo ofrecen como opción.
Volvamos al punto de la iluminación. Honda ha optado deliberadamente por utilizar LEDs para todo, faro, luz trasera, intermitentes (con avisos). Un buen punto para la visibilidad y también para el aspecto. Los LED son más fáciles de trabajar que una bombilla tradicional y permiten a los diseñadores dejarse llevar, lo que no es un reproche, ni mucho menos.
También en términos de eficiencia, los LED han superado a las bombillas convencionales. La insensibilidad a las vibraciones, la larga vida útil y el rendimiento lumínico superior convierten la situación en una ventaja. Sólo el precio de la sustitución puede hacerle dudar, los LEDs deben ser sustituidos en su conjunto y no en el lado de una pequeña carretera rural en un domingo por la noche.
El precio de 6399 euros (sin promociones) no es, en nuestra opinión, exagerado teniendo en cuenta las cualidades que ofrece esta moto. Con un poco de presupuesto para el equipaje, será un excelente compañero para la conducción diaria y para los viajes en la red secundaria. Es una gran opción para aquellos que no se fijan en la velocidad máxima, sino que cuentan su recorrido en sonrisas por kilómetro. El presupuesto de gasolina también estará de su lado, tiene un apetito de hormiga y su depósito de 17 litros le permitirá hacer etapas de casi 400 km.